Rafa Nadal no solo baila en la pista a sus rivales, también lo hace a ritmo de samba si la ocasión lo requiere. El tenista mallorquín está estos días en Brasil para participar a partir del martes en el Abierto de Río de Janeiro, el único torneo ATP 500 de Suramérica que tendrá lugar entre el 16 y el 22 de febrero. El número tres del mundo continúa trabajando duro para recuperar su mejor nivel y, aunque parte como primer cabeza de serie, rechaza su papel de favorito. Su primer rival será el brasileño Thomaz Bellucci. Pero mientras llega ese momento, Nadal con su compañero David Ferrer aceptó la invitación de la escuela de samba Unidos de Viradouro, que tiene unos 4.000 integrantes, y se lanzó a la calle pese a la lluvia a disfrutar del Carnaval de Río. Vestido con un chubasquero transparente se movió entre bailarines y coloridos trajes. El anfitrión fue tenista brasileño Gustavo Kuerten.
"Siempre quise conocer el Carnaval de Río de cerca", declaró Nadal a los periodista. "Siempre tuve fascinación y tenía muchas ganas de conocerlo en directo. Es todo un espectáculo". Eso sí, ante de ir al sambodromo admitió que no se sabía la letra de la escuela que iba a acompañar.
Nadal se atrevió a dar algunos pasos y Kuerten, al ser preguntado por la pericia del tenista español, dijo: "Es una emoción única. Está intentando hasta sambar. Le doy un 7 de nota. En poco tiempo se convertirá en brasileño".
Nadal no paró de hacer fotos durante todo el recorrido que hizo con la escuela Unidos de Viradouro con su teléfono móvil. Viradouro, que durante una época fue una de las más admiradas del país - regresó este año al Grupo Especial tras pasar tres años en la segunda división de los gremios carnavalescos-, fue la primera de las doce escuelas de samba del Grupo Especial en desfilar este año.
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